Pintura al paso
Como parte de sus continuas investigaciones sobre el imaginario visual de la vida urbana, Vergara ha decidido fijar esta vez su mirada
en las portadas de revistas y afiches de su entorno inmediato: “París del siglo 21”. Vergara se convierte así en un pintor-paseante que
captura, a través de una mimesis sucia e irónica, las maneras en que estas publicaciones no sólo ocupan el espacio público sino también
definen las formas de ser y de existir en una sociedad en un momento especifico. A través de estas apropiaciones, el artista parece
intentar descifrar los estímulos estéticos a los cuales se encuentra expuesto, estableciendo también una distancia critica con respecto
a las formas agresivas que asume el comercio de cuerpos y estéticas.
Las acciones de intervención callejera que las acompañan señalan el carácter efímero y lúdico que el artista espera para la vida de
sus obras. Acciones que se concretan aquí en dos exposiciones de pintura, en dos kioskos de periódicos respectivamente, en la ciudad
de Paris durante el mes de Junio del 2012. Un gesto con el cual el artista devuelve al espacio público aquello que tomó en su paso por
la propia calle. Quizá esa pintura de la “ciudad moderna” a la cual alude el artista en esta época, no sea otra que aquella pintura que ha
dejado ya de serlo. Sin embargo, para él sigue siendo este soporte la principal herramienta de análisis de todo lo que le rodea, sin que
ello implique ceder a las exigencias formales de cómo algo debe ser representado y exhibido. Vergara pinta lo que lo atropella, lo que le
sale al paso, lo que lo seduce. Y pinta con afecto, pasión y desborde. La suya es una pintura con actitud.

Miguel A. López
Lima, junio 2012